ADDING TO A DREADFUL TALLY: THREE MORE AMERICAN VICTIMS OF THE CASTRO REGIME Ver versión en español abajo
U.S. citizens victims of the Cuban regime (selected photos): Capt. Thomas Ray (1961), Earl Cobeil (1970), Frank Connor (1975), Robert Fuller (1960), Alexander Rorke (1963), Mario de la Peña (1996).
Cuba Archive’s database of documented cases of death and disappearances resulting from the Cuban revolution is a work in progress constantly updated. Three cases recently came to our attention from sources with access to privileged information —high-raking defectors from Cuba’s Directorate of Intelligence (DGI). Below are two case summaries of U.S. citizens killed in 1968 and 1985; one case cannot be documented for lack of sufficient information. These stories, as those of the other Americans on our list, illustrate the Cuban regime’s longstanding and flagrant disregard for civilized behavior. What´s more, its promotion and participation in terrorism and subversion --corroborated, among others, by the files of former iron curtain regimes-- and its work eroding democratic values and U.S. interests worldwide have caused hundreds of thousands of deaths around the globe in its 57-years of history. (See our report on cases of 43 U.S. citizens documented by Cuba Archive here. See individual case records, including sources of the information, at www.CubaArchive.org/database/. )
Ambassador John Gordon Mein, 54, killed August 28, 1968 in Guatemala City was the first U.S. Ambassador murdered in office. The career foreign service officer had been U.S. Ambassador to Guatemala since 1965 when his chauffeur driven car was ambushed by guerrillas of the Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), a Guatemalan guerrilla group sponsored and supported by Cuba. Ordered out of the car, when Mein attempted to run away, two rebels fired at him with machine guns (his body had at least nine bullets). According to a defector from Cuba’s Directorate of Intelligence (DGI), Michele Firk, a French Communist and reported mistress of an imprisoned FAR leader, was working with Cuba and had flown from Paris to assist in the kidnapping. She committed suicide when police went to ask about the Mein affair. Alexandra (Sandy) Pollack, 37, and another U.S. citizen whose identity remains unknown, killed January 19, 1985 over Cuban airspace with 37 other passengers. Their Cubana de Aviación flight en route to Managua crashed shortly after takeoff due to negligence with deliberate intent by the Cuban government. Cuba officially reported that a mechanical failure leading to an excessive lateral turn had caused the accident and "could have been caused” by a shift in the cargo affecting the plane's controls. According to defectors from Cuba's DGI and Special Troops, the plane had been improperly loaded with tons of armament for Nicaragua’s Sandinistas, a practice banned from civil aviation. Upon the plane making the first turn, the load shifted, exerting pressure on the wiring and impeding cockpit-to-tail communication. To erase the evidence, Fidel Castro ordered the area surrounding the accident, 30 kilometers from Havana, cordoned off to completely clean the debris and human remains. Pollack was a Communist activist who had helped found the Committee in Solidarity with the People of El Salvador (CISPES) and was officially visiting Cuba to deliver a speech. According to the FBI, she was working with/for Cuba supporting terrorist groups under the guise of international solidarity. According to a defector from Cuban intelligence, another U.S. citizen was also killed, a U.S. diplomat recruited by Cuba in Central America who had traveled clandestinely to Cuba with an assumed citizenship to receive training in secret communications. Cuba reported that one U.S. citizen, ten Nicaraguans, one Guatemalan, one Costa Rican, one Mexican, and twenty-four Cubans had perished.
We need your support to continue this work
Your generosity will be greatly appreciated. Please donate on our homepage or visit our How to Help page at www.CubaArchive.org.
Cuba Archive’s Truth and Memory Project documents the loss of life resulting from t he Cuban revolution and studies transitional issues of truth, memory and justice.
If you do not wish to receive our mailings, please reply with “ Unsubscribe.” Please help disseminate this work by sharing it with your contacts and on Facebook and Twitter.
|
|
AUMENTA EL TETRICO CONTEO: OTROS TRES ESTADOUNIDENSES VÍCTIMAS DEL RÉGIMEN DE CASTRO
Pie de foto: Ciudadanos de Estados Unidos que han caído víctimas del régimen de Cuba (de izq. a der.): Capitán Thomas Ray (1961), Earl Cobeil (1970), Frank Connor (1975), Robert Fuller (1960), Alexander Rorke (1963) y Mario de la Peña (1996). La base de datos de Archivo Cuba, que documenta los casos de muertes y desapariciones atribuibles a la revolución cubana, es una labor permanente que se actualiza con regularidad. En fecha reciente, el testimonio de desertores de alto nivel que trabajaron para la Dirección General de Inteligencia del gobierno cubano (DGI) y tuvieron acceso a información secreta que señala tres nuevos casos. A continuación figuran, en versión resumida, dos casos de ciudadanos estadounidenses muertos en 1968 y 1985; no ha sido posible documentar el tercero de los casos por falta de información suficiente. Estas historias, como las de otros estadounidenses que figuran en nuestra lista, ponen de relieve el desprecio duradero y flagrante que el régimen de Cuba ha mostrado hacia los usos del mundo civilizado. Además, la promoción y participación de La Habana en tareas de terrorismo y subversión --corroboradas, entre otros, por los expedientes de los regímenes de los antiguos países del Este de Europa-- y su empeño en socavar los valores democráticos y los intereses de Estados Unidos en el mundo, han causado cientos de miles de muertes en todo el planeta durante sus 57 años de historia. (Véase nuestro informe sobre 43 casos de ciudadanos estadounidenses documentados por Cuba Archive/Archivo Cuba, disponible en inglés aquí. Las fichas correspondientes a cada caso, que contienen las fuentes de la información, pueden consultarse en www.CubaArchive.org/database/. ) El Embajador John Gordon Mein, de 54 años de edad, fallecido el 28 de agosto de 1968 en Ciudad de Guatemala, fue el primer Embajador de Estados Unidos asesinado en el desempeño de su cargo. Funcionario de carrera del servicio exterior, Mein había sido Embajador de Estados Unidos en Guatemala desde 1965. En agosto de 1968 el automóvil en el que viajaba cayó en una emboscada de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), un grupo guerrillero guatemalteco auspiciado y apoyado por Cuba. Cuando le ordenaron que saliera del vehículo, trató de huir y fue ametrallado por dos de los atacantes (su cuerpo presentaba por lo menos nueve impactos de bala). Según el testimonio de un desertor del Directorio General de Inteligencia de Cuba (DGI), Michele Firk, una comunista francesa, presuntamente amante de un jefe de las FAR que se hallaba en prisión, colaboraba entonces con Cuba y había viajado desde París para ayudar a los rebeldes en el secuestro. La Sra. Firk se suicidó cuando la policía fue a interrogarla acerca del caso Mein. Alexandra (Sandy) Pollack, de 37 años de edad, y otro ciudadano estadounidense cuya identidad no ha sido desvelada, murieron el 19 de enero de 1985 sobre el espacio aéreo cubano, en compañía de otros 37 pasajeros. El avión de Cubana de Aviación en el que viajaban hacia Managua se estrelló poco después de despegar a causa del dolo y la negligencia de las autoridades cubanas. El informe oficial de Cuba indica que el accidente fue provocado por un fallo mecánico debido a un giro lateral excesivo “que podría haber sido causado” a su vez por un desplazamiento de la carga que hubiera afectado a los dispositivos de control de la aeronave. Según han declarado varios desertores cubanos, el avión había sido cargado indebidamente con toneladas de armamento destinado a los sandinistas de Nicaragua, una práctica prohibida en la aviación civil. En el primer giro, la carga se habría desplazado y comprimido los cables de transmisión de datos entre la cabina y la cola, provocando el desenlace. A fin de borrar las pruebas, Fidel Castro ordenó que la zona del accidente, a unos 30 kilómetros de La Habana, fuera acordonada y que todos los restos humanos y materiales fueran recogidos minuciosamente. Sandy Pollack era una activista comunista que había participado en la creación del Comité de Solidaridad con el Pueblo de El Salvador (CISPES) y se hallaba en Cuba, según la versión oficial, para pronunciar un discurso. Según el FBI, trabajaba con el gobierno cubano en la tarea de apoyar a grupos terroristas bajo el disfraz de la solidaridad internacional. Según el testimonio de un desertor del servicio de inteligencia de Cuba, otro ciudadano estadounidense murió en el accidente, un diplomático de Estados Unidos que Cuba había reclutado en América Central y que había viajado clandestinamente a la isla con una identidad falsa para recibir entrenamiento en comunicaciones secretas. En el informe del accidente, Cuba declaró que habían fallecido una ciudadana estadounidense, diez nicaragüenses, un guatemalteco, un costarricense, un mexicano y 24 cubanos.
Necesitamos su apoyo para continuar nuestra labor
Por favor haga un donativo en la medida de sus posibilidades. Puede hacerloen nuestra página de inicio o en la de “Cómo Ayudar” en www.ArchivoCuba.org.
Archivo Cuba Proyecto de Verdad y Memoria documenta la pérdida en vidas resultado
de la revolución cubana y estudia la justicia transicional —memoria-verdad-justicia.
Si no desea recibir nuestros envíos esporádicos, favor escriba “ Retirar” en un correo de vuelta. Por favor ayúdenos a diseminar este trabajo enviándolo a sus contactos y replicándolo en Facebook y Twitter.
|
|
|
|
No comments:
Post a Comment